Natal y Pipa

Natal  es la capital de Rio Grande do Norte, fue fundada en 1599. Es moderna, ordenada y limpia, mucho más que otras grandes metrópolis brasileras. No es casual que la llamen la “Ciudad del Sol”, ya que el sol brilla 300 días al año. Amanece a las cinco de la mañana y a eso de las cinco y media de la tarde ya comienza a atardecer sobre el mar.

Entre sus paisajes se destacan sus más de veinte kilómetros de playas donde se pueden realizar distintas actividades al aire libre y gozar de su verano eterno. Ponta Negra, ubicada al sur de la ciudad, es la playa urbana más popular de Natal y está repleta de restaurantes, edificios elegantes, hoteles y posadas.

Natal es considerada la ciudad que tiene el aire más puro de América del Sur y un pueblo hospitalario que recibe a los visitantes con los brazos abiertos.

El monumento histórico más importante de Natal es el Forte dos Reis Magos, que fue hecho por los portugueses en 1598 para proteger el territorio. Por su ubicación estratégica, en una península de la Praia do Meio, la fortaleza ofrece una de las mejores vistas de Natal.

Natal y Pipa están apenas a dos horas entre sí.

Pipa es una pequeña villa de pescadores que en sus comienzos fue refugio de piratas. Su nombre es de origen indígena y significa “entre dos aguas”

Durante los años 80 alcanzó su fama debido a sus virtudes para el surf y en esa misma época fue nombrada como una de las 10 playas más hermosas de Brasil. Pipa está dotada de acantilados, dunas de arena blanca, mata atlántica, agua turquesa y delfines que nadan entre la gente.

Pipa mezcla naturaleza y belleza, las playas más importantes y cercanas son Tibau do sul, Praia do Madeiro, Baia dos Golfinhos, Praia do Centro, Praia do Amor. Más alejadas están Cacimbinhas, Baia Formosa, Barra de Cunhau, entre otras tantas.

Sin perder su esencia rústica y ecológica Pipa tiene todo lo necesario para estar al nivel de los mejores destinos de Brasil. Aquí solo hay una regla clara, en Pipa lo único importante es relajarse.